Tomar unas simples precauciones pueden ser la diferencia entre una anécdota simpática a una lamentable. La seguridad es un tema que muchas veces no está en los puntos prioritarios de la organización de una boda, sin embargo no se debe menospreciar su importancia.
Uno de los puntos más sensibles en un evento es la seguridad, así tengamos pocos o muchos invitados hay que prever y coordinar varios puntos a fin de quedarnos tranquilos y poder actuar como corresponde en caso de necesidad.
Si tenemos una ceremonia religiosa, hay que recordar que la iglesia o templo es un lugar público la gente puede entrar o salir a su gusto, es bueno que un encargado controle que no se desordene el lugar ni la decoración, especialmente si hay otra boda antes que la nuestra.
Alrededor del templo hay que controlar el estacionamiento, a mayor cantidad de invitados es bueno elegir iglesias con estacionamiento dentro del predio o aledaño que no genere inconvenientes a los vecinos.
En el salón hay que verificar la habilitación municipal, las salidas de emergencias y los matafuegos, en la disposición de las mesas hay que dejar espacios y senderos para los mozos, hacia los sanitarios y salidas que sean lo más rectos posibles y con un mínimo de 1 metro de ancho para evitar caídas o facilitar el acceso en caso de necesidad, la decoración no puede cubrir salidas ni matafuegos.
Los pequeños incendios son más comunes de lo que creen, velas y telares, reflectores sobre una alfombra y los quemadores del buffet que tocan los manteles suelen iniciarlos. Por suerte son fáciles de controlar y no hacen más que un poco de humo.
Siempre hay que tener a mano el teléfono del hospital más cercano y el de Emergencias Medicas. Para un evento con más de 500 invitados sería bueno contar con un servicio de ambulancia en puerta.
Si ocurriera que nuestros invitados tienen una indigestión colectiva, se debe trasladar a las personas de mayor riesgo primero: ancianos y embarazadas. De cualquier manera hay prepara un botiquín de primeros auxilios y tenerlo cerca.
La mayoría de los salones tiene guardias encargados de la seguridad, la cantidad puede aumentarse si tenemos muchos invitados. Recuerden que los guardias no son porteros tienen que recorrer el salón y los alrededores discretamente, especialmente en un cumpleaños de quince. También hay que tener el teléfono de la comisaría más cercana al salón y no está de más una llamada previa para avisar de nuestro evento y ponernos a disposición de los agentes.
La ubicación de los invitados también es una cuestión de seguridad. Protocolarmente no se acepta que autoridades o invitados de honor estén de espaldas a la entrada o a una ventana, es una costumbre antiquísima por el riesgo de atentado.
Las listas de invitados y la presentación de tarjeta de invitación también son importantes. Las listas deben contener nombre, apellido y cantidad de personas invitadas, que deben estar en orden alfabético e imprimirse en un tamaño de fuente 14 para mayor comodidad.
Con estas pequeñas recomendaciones ya van a estar bien prevenidas y ojala que todos los imprevistos de su gran día sean agradables y para recordar.